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El cuerpo miente...


“Vivir no es necesario; lo necesario; es crear”

Fernando Pessoa


Este es un breve relato sobre una fotografía que no vi. Del envío de algunos correos se extiende ahora hacia la biografía del Opúsculo, alzada en inspiraciones recibidas. Lo más interesante de estos pequeños relatos compartidos es el nuevo que se recrea, o la nueva fotografía que se captura de él. Existen personas que se mueven y relatan con imágenes -como acontece en la danza-, y se escurren en el arte de la palabra con esta cosmovisión. Dicen algunos expertos en la palabra, que "las palabras hacen trampa", pero... no salen de ellas, y aunque tuercen su sentido literal refinado por los conocimientos y saberes adquiridos, están pasivamente alejados de la poética del tiempo del acontecer.

"...pero como en toda tribu, todo libro y toda casa

las palabras nos enseñan el coraje

las palabras siempre se las lleva el viento

pero yo las necesito, somos dos viejos amantes

muy chiflados, muy astutos, desafiantes... "Fito Paez, "Las Palabras"

Probamos la toma de un rumbo más periférico. Y nos encontramos con esta pandora moviente: "no sólo las palabras falsean, las imágenes y el cuerpo también..." -se agradece esta reflexión al maestro Daniel Calmels quien expresa, refiriéndose a Antonin Artaud-: "como hombre de teatro sabe que el cuerpo miente..." (1) Este relato -la ubicación del lente de la cámara y el uso de sus herramientas que dispone y antecede al click- comenzó el domingo a la tarde cuando la conocí por primera vez. Una mujer me contó esta imagen. ¡Aquí la anécdota tramposa de una imagen falseada de un cuerpo que ha mentido para su salvación! ¡Danza!

El contexto se percibía como una corazonada latente. La gente opuestamente movediza frente a la parálisis de la muerte, colapso de lo incierto, lo cotidianamente desconocido, la búsqueda de otras vías de acercamiento y llegada, un camino violento y borrado de repente, el imaginario creando otros, caminar y voltear la mirada hacia atrás y vislumbrar una ruta extraña marcada a paso propio. Tres al unísono, destellado en dos miradas y otros ojos garrapiñas. La pregunta infinita sobre aquellas provocaciones mínimas pero potentemente colectivas que inciden en mundos minúsculos... en tantas historias no contadas, como la historia de una bolsa de papas y frutos giradores, movientes y desaparecidos en la rodada del cine cotidiano, que pasa entre ventanilla y ventanilla acompasado por la sonoridad maquinal de quienes traspasan la rutina del ida y vuelta a once.Lo vi. Un aguilucho tan pero tan grande como un Águila fijado magistralmente en un poste, detenido en un tiempo demasiado humano. La bondad de la vida y del mundo para quienes estaban allí, para la gente del cotidiano que no sabe volar aviones ni árboles pero sí volar al cielo. ¡Porque al cielo nadie lo puede prohibir ni quitar!

“... lo poético no es algo que está afuera,en el poema, ni adentro, en nosotros, sino algo que hacemos y que nos hace” Octavio Paz

* Imagen Ilka Schönbein

(1) Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Daniel Calmels “El cuerpo en la escritura”


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